Un libro en manos de un niño lo puede llevar a volar por mundos de fantasía, de imaginación, de magia... y llegar a transformar este encuentro en un verdadero torbellino de sensaciones, de voces y ruidos. Es que un libro es también una gran herramienta de juego, y como tal, tiene que estar presente en la vida de un niño desde su nacimiento.
Cinco ideas para jugar con los libros y con los niños
El juego de las voces
Cualquier cuento por pequeño que sea puede trasformarse en un juego de voces y ruidos.
Dibuja la historia
Sólo se necesitan lápices de colores, cartulinas y un narrador. El juego consiste en que los niños y niñas representen las distintas tramas del cuento: el principio, el nudo y el desenlace.
Haciendo teatro
Es hora de sacar del baúl de los recuerdos: un sombrero, unos guantes, collares de plástico, cinturones o un chaleco. Cualquier ropa antigua será el perfecto disfraz, también ayudará un set de maquillaje infantil para caracterizar unos bigotes, una cicatriz o unos coloretes.
El súper detective
Si lo que se quiere es desarrollar su atención, sólo hay que proponerles que sean un "Súper detective". El juego consiste en buscar pistas secretas: pueden ser colores, palabras que empiecen por la "A", la "B", palabras en plural, en femenino, en masculino, palabras que se escriben con "H".
Inventando o creando otro final
Seguro que hay algún libro con un final poco divertido, así que la solución es tratar de inventar entre toda la familia el desenlace perfecto. Cada uno aporta su idea y entre toda la familia se decide que "trocito de historia" es el mejor. Es una forma de conversar sobre un libro: los personajes, el contexto, las distintas situaciones, etc.
Cualquier cuento por pequeño que sea puede trasformarse en un juego de voces y ruidos.
Dibuja la historia
Sólo se necesitan lápices de colores, cartulinas y un narrador. El juego consiste en que los niños y niñas representen las distintas tramas del cuento: el principio, el nudo y el desenlace.
Haciendo teatro
Es hora de sacar del baúl de los recuerdos: un sombrero, unos guantes, collares de plástico, cinturones o un chaleco. Cualquier ropa antigua será el perfecto disfraz, también ayudará un set de maquillaje infantil para caracterizar unos bigotes, una cicatriz o unos coloretes.
El súper detective
Si lo que se quiere es desarrollar su atención, sólo hay que proponerles que sean un "Súper detective". El juego consiste en buscar pistas secretas: pueden ser colores, palabras que empiecen por la "A", la "B", palabras en plural, en femenino, en masculino, palabras que se escriben con "H".
Inventando o creando otro final
Seguro que hay algún libro con un final poco divertido, así que la solución es tratar de inventar entre toda la familia el desenlace perfecto. Cada uno aporta su idea y entre toda la familia se decide que "trocito de historia" es el mejor. Es una forma de conversar sobre un libro: los personajes, el contexto, las distintas situaciones, etc.
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